miércoles, 8 de octubre de 2014

Valesïa: LOS GUZNAI


Se oyeron gritos horribles, como chillidos agudos, que hicieron recular un poco a los brujos y a los tarkkeeum, pero Sirinea permaneció impasible y siguió murmurando en el idioma de las tinieblas; ese idioma que sólo conocían las criaturas del Reino de Nedesïon, del Averno.

Ariûm miró hacia la puerta mágica y vislumbró una sombra fugaz que hizo estremecer a los brujos y a los monstruos. La invocación era potente. Nedesïon había escuchado sus plegarias y se comprometía a enviarle ayuda del inframundo.

Sirinea desplegó las alas y le cambió su rostro. Sus ojos se volvieron rojos y en su boca aparecieron unos colmillos blancos y largos, y algunos brujos retrocedieron llenos de temor.

Entonces apareció el primer guznai, ocultando su rostro de muerte bajo la capucha negra, y después le siguieron sus otros tres camaradas.

—Ai toksit, Sirinea —dijo el guznai con una escalofriante voz carente de vida, inclinando la cabeza.

—Ai toksit —añadió la enâi—. Keor tetku ermodeakioter.

El monstruo no vivo giró lentamente la cabeza y miró la cripta. Detrás de él estaban sus tres compañeros y detrás de éstos, sus caballos fantasmas, tan muertos como sus amos los guznai. Luego se cerró la puerta mágica y desapareció.



Capítulo 1 de la Segunda Parte (Oscuridad)


Valesïa
Copyright©, COSTA TOVAR Miguel Ángel, 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 

Mi lista de blogs