Miguel Costa nos presenta en su libro El sendero de la sangre la vida del vampiro Vasile, enmarcado en pleno siglo XIX, un vampiro al uso, descrito como un ser cruel, pero a la vez, siguiendo la tradición más romántica de los últimos tiempos, no exento de sufrimiento ni de una cierta alma.
La obra consta de un poema, La rosa de corazón negro, varios microrrelatos y relatos cortos, entre los que destacan El pasaje del diablo y El amo, y cuatro relatos: El lago de la niebla, El corazón de la rosa negra, El susurro del viento helado y El sendero de la sangre, que le da el título a esta antología. En su obra podemos observar cómo el autor ha bebido de todas estas tradiciones que han formado parte de nuestras vidas desde nuestra más tierna infancia, tanto a través de la literatura como del cine, con películas tan icónicas como Nosferatu o el propio Drácula.
Así pues, dejaros embriagar por este personaje lleno de sentimientos: romántico, fiero y cruel. Entremos en sus páginas para dejarnos morder por su prosa y dejarnos arrastrar hasta los lugares más siniestros y recónditos, allá donde los monstruos duermen y susurran extrañas palabras, letanías de muerte y tormentos, de placeres y horrores. Allí donde Miguel Costa, con su forma de escribir, tan delicada y sensible, a la vez que cruel y cruda, sin ambages, consigue que nos adentremos en ese mundo que él recrea y que nos hará disfrutar de cada una de las palabras que se vierten entre sus páginas.
La obra consta de un poema, La rosa de corazón negro, varios microrrelatos y relatos cortos, entre los que destacan El pasaje del diablo y El amo, y cuatro relatos: El lago de la niebla, El corazón de la rosa negra, El susurro del viento helado y El sendero de la sangre, que le da el título a esta antología. En su obra podemos observar cómo el autor ha bebido de todas estas tradiciones que han formado parte de nuestras vidas desde nuestra más tierna infancia, tanto a través de la literatura como del cine, con películas tan icónicas como Nosferatu o el propio Drácula.
Así pues, dejaros embriagar por este personaje lleno de sentimientos: romántico, fiero y cruel. Entremos en sus páginas para dejarnos morder por su prosa y dejarnos arrastrar hasta los lugares más siniestros y recónditos, allá donde los monstruos duermen y susurran extrañas palabras, letanías de muerte y tormentos, de placeres y horrores. Allí donde Miguel Costa, con su forma de escribir, tan delicada y sensible, a la vez que cruel y cruda, sin ambages, consigue que nos adentremos en ese mundo que él recrea y que nos hará disfrutar de cada una de las palabras que se vierten entre sus páginas.
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