El ángel llevaba poco tiempo con cuerpo, y por consiguiente lejos del espíritu de su amado, al que ya añoraba. Él vagaba en paz y sosiego por el mundo de los espíritus, dentro del mismo Edén.
Más allá de esta tierra
donde tu espíritu vuela libre
en el cielo imperecedero,
yo te busco y te encuentro.
Ahora vagaremos juntos,
para siempre,
hasta el fin de los días.
Capítulo 8 de la Cuarta Parte (Tinieblas)
Valesïa
Copyright©, COSTA TOVAR Miguel Ángel, 2013-2014
Hermosas lineas, Migue! Saludos!
ResponderEliminarMuchas gracias Alonso.
Eliminar¡Saludos!