Al segundo día de viaje divisaron los árboles y luego apareció el reino auri de Elïnor.
Y, por supuesto, todos se sorprendieron de la belleza, grandiosidad y extraño poder de aquella tierra.
Hicieron una nueva parada, y cuando Valesïa se encontraba distraída observando el frondoso bosque, llegaron a su mente los siguientes versos:
Su corazón latió con más rapidez y en su cabeza fue tomando forma la imagen de un auri.
Un auri que ya conocía en sueños.
Y, por supuesto, todos se sorprendieron de la belleza, grandiosidad y extraño poder de aquella tierra.
Hicieron una nueva parada, y cuando Valesïa se encontraba distraída observando el frondoso bosque, llegaron a su mente los siguientes versos:
Recorres senderos de muerte,
caminos oscuros
de huesos blancos
y gritos ahogados.
Surcas cielos de horror,
amaneceres negros,
vientos mudos
y nubes de hielo.
Yo te espero, agitado,
rodeado de bruma,
silencio lívido
y emoción contenida.
No dudes. Ven hacia mí,
la luz volverá
a la tierra desesperada.
No dudes. Ven hacia mí,
la luz volverá
a la tierra sombría.
No dudes. Ven hacia mí,
mi corazón te anhela,
mi alma te busca
y mi amor no morirá nunca.
Su corazón latió con más rapidez y en su cabeza fue tomando forma la imagen de un auri.
Un auri que ya conocía en sueños.
Capítulo 13 de la Cuarta Parte (Tinieblas)
Valesïa
Copyright©, COSTA TOVAR Miguel Ángel, 2013-2014
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