Los auris eran altos, de largos cabellos y tez blanca, rostros de rasgos elegantes y delicados, ojos de gato, y grandes orejas que terminaban en punta. Vestían impresionantes ropas mágicas y no sólo eran bardos, artistas o comerciantes, sino también grandes guerreros, diestros en el arte de la lucha. Conocían mejor que nadie la destreza de la magia. Eso sí, ante todo era un pueblo pacífico.
La Historia cuenta que los creó Enesïon, el Señor de la Luz, hijo de Asërion, el Dios Supremo de todos los mundos, y por eso por sus venas corría sangre de dioses.
Prólogo
Valesïa
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Parecen unas criaturas impresionantes. Muy buena caracterización
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias. Un saludo-
EliminarHola Miguel, hacía bastante que no me pasaba por aquí. Me he llevado
ResponderEliminaruna sorpresa al ver un comentario de mi amiga Irene.
Preciosa imagen. No podías haberla escogido mejor.
Saludos y abrazos a Los Señores del Eden de mi parte. Entre ellos, tu incluido. Jeje
Jejejeje, gracias Jose.
EliminarSaludos.