Había puestos de venta de todo tipo: vendedores de objetos de cerámica y porcelana, plata y joyas, cuero, escudos heráldicos, madera, cristal, hierbas medicinales, incienso y hasta juguetes artesanales. También bisutería, vendedores de papel, artesanía en forja, decoración, cestería, perfumes y jabones de esencias naturales. Del mismo modo, abundaban los puestos en los que se vendían al menudeo artículos alimentarios de quesos y embutidos de todo tipo, frutos secos, caramelos, fruterías y pastelerías con una gran variedad de pan, cocas y dulces; cetrería, títeres y otros entretenimientos diversos.
Un trovador tocaba un arpa vieja y cantaba una hermosa canción, mientras el gentío escuchaba atento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario